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Tus Zonas Mitológicas

un taller de exploración personal

que usa como herramienta

la narrativa literaria

(autobiográfica y de ficción).

mayo, junio, julio 2024/ módulo II/ por internet

Para todo público (¡aceptamos incluso a aquellos que no distinguen a Poseidón de Zeus!😅)


A cargo de Gabriela Onetto

coordinadora de talleres de escritura creativa desde hace +20 años, escritora, licenciada en Filosofía (Udelar)


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Quiron

Los motivos mitológicos y los arquetipos forman parte del hardware de la humanidad; en Occidente venimos, además, con el software preinstalado de las mitologías grecorromana y judeocristiana (que muy habitualmente ponemos en cuarentena junto a todo lo que tenga algún tufillo a religión). Pero la mitología ya no tiene sentido alguno en el mundo contemporáneo ¿no?

Joseph Campbell decía que un mito es algo que nunca ocurrió pero que siempre está ocurriendo. Y es que el valor de la mitología está, precisamente, en esa franja de tierra simbólica que permanece a salvo tanto de las aguas de lo fáctico como de las aguas de la fe. Es metáfora, es mapa; desde allí nos lleva hacia el significado personal, redimensiona la mirada autobiográfica y da cuenta de nuestros procesos en curso (si bien también abre niveles de complejidad dentro de las capacidades de ficción). Si logramos sintonizarnos en código de mito, entonces tendremos acceso a todos los dioses, monstruos, héroes y demás arquetipos que nos habitan. O sea, presente puro, siglo XXI de la mejor calidad.

Luego de un exitoso despegue el año pasado con el módulo I, en MAYO de este año vuelve a empezar Tus Zonas Mitológicas/ módulo II (son tres meses: de mayo a julio, grupal). Es una reelaboración integrando nuevas posibilidades didácticas (multimedia, videoconferencia, mensajería) a mi antiguo taller de mitología y escritura, que inicié en el 2006 solo por correo electrónico y lista de correos: ahora tendremos un encuentro por Zoom cada 15 días (únicamente para la lectura y evaluación de los ejercicios de escritura), y la otra semana irá la clase grabada en torno al tema central y otros materiales, además del natural intercambio del grupo y las consultas que puedan surgir durante la semana que no nos vemos.

Serán, en total, doce temas de exploración personal desde la mitología usando como herramienta la escritura, en tres módulos de cuatro temas cada uno (en principio uno por año, aunque el compromiso del participante es solo por el módulo en el que se embarca). La atención recae más sobre los procesos que sobre los productos: trabajando sobre el que escribe —acercándole algunas pistas, estimulando su percepción—, trabajamos también sobre las posibilidades actuales y futuras de su obra. Puede realizarse desde cualquier lugar y horario, reservando el encuentro sincrónico quincenal (en principio será en sábado 12 h Ciudad de México / 15 h Uruguay/ 20 h Madrid).

En modalidad individual, el trabajo es totalmente asincrónico y puede iniciarse en la mayor parte del año, siempre y cuando se cumpla con el plazo de envío quincenal por correo electrónico del ejercicio para recibir mi evaluación.

Módulo I (2023)

  • Sentido actual de la mitología: escuchando al universo
  • La humanidad: caídas y comienzos
  • El amor: modelos dolorosos…y alguno que otro saludable
  • La ambición: ¿podremos resignarnos a no ser dioses?

Módulo II (2024)

  • La vocación: “sigue a tu corazón”
  • Padres e hijos: otra complicada forma de amor
  • Perderse en el laberinto: el hilo de Ariadna
  • La amenaza femenina: ecos del matriarcado

Módulo III (2025)

  • El sufrimiento: el herido salvador
  • Convertirse en piedra: cuando nos paralizamos
  • Mitología judeocristiana: las metáforas religiosas y su interpretación
  • El descenso a los infiernos: enfrentarse a la muerte

+ info: hola@onetto.net o usando el formulario de contacto (abajo)



PARA VISITAR:

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Preguntas frecuentes

¿Cuánto dura el taller?
El recorrido completo tiene doce escalas o temas mitológicos
divididos en tres módulos de tres meses cada uno. Lo ideal es
hacerlos todos, desde luego, pero en la práctica cada módulo dura tres
meses.

¿Puedo entrar a un módulo ya empezado?
Sí, aunque si ya tuvimos algún encuentro por Zoom (o similar) solo
podré darte acceso a su grabación (es decir, no puede recuperarse “en
vivo”). Pero podrás acceder, por ejemplo, a todo lo que hayamos
intercambiado en “el Ágora” (o grupo privado de Telegram), y por
supuesto también tendrás acceso a los videos/presentaciones gráficas
con los temas, los materiales de lectura y los disparadores de discusión.

¿Qué pasa si me uní en el módulo 2 o 3?
Nada: cuando termine la ronda, volveré a ofrecer el 1 y podrás cursarlo
también. Es cierto que el taller completo está pensado como un
recorrido, que empieza con el sentido de la mitología y termina con
enfrentarse a la muerte. Pero puede recorrerse en desorden, como
módulos independientes.

¿Es uno de esos talleres masivos, tipo MOOC o webinar?
¡No, para nada! Mis talleres son personalizados. En un mundo en que
todo funciona mediante algoritmos, automatizaciones, IA, chatbots,
analytics, big data y demás, cada vez creo más en los grupos pequeños,
el frente a frente, el nombre propio, la imposibilidad de intercambiar
una huella digital por otra… En vez de grandes máquinas industriales,
abogo por el pequeño taller artesanal.

¿Qué tecnología necesitaré manejar para participar?
Nada que después de la explosión de teletrabajo, streaming y
digitalización post 2020 te vaya a sorprender. Aquí va:

  • Conexión a internet
  • Correo electrónico
  • Word (u otro procesador de texto)
  • Lector de PDF (cualquiera)
  • YouTube
  • Zoom (o similar)
  • Telegram

Respecto a esta última aplicación de mensajería, Telegram (que tiene
varias funciones simultáneas y ventajas, pero no es tan conocida como
WhatsApp, aunque hoy sea ya una de las 10 apps más descargadas del
mundo), puedes bajarla en su sitio web tanto para Android, iPhone, iPad
como para computadora (Windows, Mac, Linux). Tendrás un “mini
tutorial” para obtener tu cuenta, sumarte a nuestro grupo privado y
utilizar las funciones básicas que necesitaremos durante el taller, pero
también puedes revisar las preguntas frecuentes en el propio sitio de
Telegram.
En el caso de que usemos otra plataforma diferente a Zoom, también
tendrán tutorial y apoyo, de ser necesario (siempre será sencillo).

Más FAQs de Tus Zonas Mitológicas:

https://subscribepage.io/tuszonasmitologicas

La gran mesa de madera, corazón de nuestro taller

 

Volvemos a embarcarnos en la travesía anual de la Casa Amarilla/ ¡Son bienvenidos también los nuevos tripulantes (con o sin experiencia previa)!

TALLER DE GABRIELA ONETTO | 2024 | MONTEVIDEO

nuestro espacio presencial «permanente»


| miércoles (mercurianos) o jueves (jupiterianos), de 19 a 21 h |

  inicia 6 y 7 de marzo| inscripciones abiertas | cupos muy limitados

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Este año el taller de autobiografía, que normalmente empieza en febrero, empezará a principios de marzo, el martes 5, así que seguimos de largo esa misma semana con el reinicio del espacio semanal de motivación literaria y exploración personal que coordino en Montevideo hace ya casi veinte años, desde mi segundo retorno al país. Estoy ansiosa por terminar de saber cuáles serán los queridos integrantes de talleres pasados que han decidido continuar o retomar su proceso este año, así como conocer a los nuevos participantes que se suban al barco y se adentren en las aguas. Serán dos horas semanales de reconexión con lo importante, lo interior, lo profundo, la gracia del darse cuenta, el gozo de ser y estar, de crear, de descubrir/se, de encontrar y desarrollar cada voz narrativa pero desde lo orgánico (no con análisis, fórmulas o recursos de otros autores). De alimentar nuestra mirada literaria que es, finalmente, el sello único de la existencia de cada uno: su huella digital. Un espacio personal y ritual que ocupar cada semana, más la pertenencia a esta comunidad de gente que escribe y crea, y que, cuanto más tiempo pasa, más va develando cada uno la belleza de su estatua -única, irrepetible- sacando lo que sobra y permitiéndole emerger, como dicen que hacía (y que decía él que hacía) Michelangelo con el mármol.

Son muy bienvenidos quienes se animen a empezar este viaje único en su tipo, ya que de todos modos este es un «taller permanente», y no propiamente un curso.  ¿Que si es para cualquiera, incluso sin que tenga mayor experiencia o formación previa? Sí, en tanto tenga las ganas y, al principio, la paciencia de permitir/se un encuentro progresivo con la escritura y, a partir de esta, con distintas dimensiones de la experiencia humana (en la que cada vez estamos teniendo más déficit de atención y conciencia, menor sentido del presente, sumidos como vivimos en los borbollones prácticos, o en los digitales e hiperconectados 24/7+). Sepan que los acompañaré bien de cerca durante su adaptación a esta propuesta algo particular y que, ya sean lunáticos, marcianos, mercurianos o jupiterianos, formarán parte de un grupo humano espléndido. Eso es una fija en este taller gracias a su maravillosa comunidad y a una misteriosa «ley de atracción» que los trae hasta esta puerta. 

La idea de este espacio es experimentar distintos estímulos para acercarse a la escritura (ya sea por primera vez o, para los que ya tienen experiencia en narrativa, salir del cómodo territorio de la escritura habitual) y generar una comunidad confiable con la cual compartir los textos creados durante el taller, recibir feedback, e intercambiar las dificultades y descubrimientos del proceso creativo. Son muchas las «capas de cebolla», individuales y grupales, que irán apareciendo durante el proceso. Tampoco es menor el objetivo de apoyar a los integrantes en la búsqueda de un espacio sagrado semanal (en conjunto, durante nuestros encuentros en el taller, y luego en solitario, cuando trabajan en casa a partir de la consigna de escritura): se trata de lograr una continuidad para que puedan comprometerse más en su práctica literaria.

 

Coordino talleres desde el mismísimo comienzo de este siglo (¡y empecé por los virtuales por correo electrónico antes que los presenciales!) y me gusta que sean para todo público, en tanto los candidatos deseen contar con mi guía personalizada como facilitadora, recibir estímulos para canalizar su interés por la escritura y participar en un espacio colectivo de motivación mientras ahondan en el conocimiento de sí y en sus percepciones. Es decir, no es necesario tener formación específica alguna ni mayor experiencia con la escritura creativa (importante aclarar que se trata de un espacio dedicado a la narrativa, y que en principio no abarca poesía, dramaturgia u otros géneros, si bien cualquier actividad creativa, literaria o no, se verá beneficiada por los procesos del taller). De acuerdo a lo que el grupo priorice, trabajaremos con sueños; escrituras del yo (autobiografía, cartas, diarios, autoficción); mitología, arquetipos y mundo simbólico; consignas de Mario Levrero (quien me entrenó directamente para orientar según su propuesta didáctica de motivación literaria, proyecto que llevamos adelante como socios en los talleres virtuales durante los últimos años de su vida); disparadores verbales y gráficos; visualizaciones guiadas (meditación); experiencias con los cinco sentidos; una suerte de «laboratorio de percepción literaria» mediante cine, textos y/o canciones según el año; conciencia presente o tiempo enlentecido a través de lo que llamo «Retro 2.0» (experiencias con cartas postales, letra manuscrita, dibujos, diarios personales y otras modalidades de la era predigital que estamos olvidando), más otras paletas de colores que se van elaborando o priorizando durante el taller según las inquietudes que se manifiesten dentro de cada grupo. Las consignas de escritura se realizan tanto en casa durante la semana como en el propio horario del taller, estas últimas con ejercicios más sencillos o lúdicos que, bajo la presión de un plazo breve, implican dejar de lado el perfeccionismo y lanzarse a escribir desde otro lugar. En años pasados tuvimos como cruce de artes y excusa creativa: 1) algunos papeles, películas y anécdotas del brillante cineasta Werner Herzog, interactuando desde la escritura con su obra, sus extraños universos y sus recursos expresivos, 2) un acercamiento a la mirada poética desde diferentes versiones interpretativas de dos tangos seleccionados («Garúa» y «Tormenta») y las percepciones complementarias que puede arrojar la misma letra de canción de Mr. Bob Dylan, según donde se poca el foco, 3) un poco de El arte de la guerra, texto clásico de la estrategia militar escrito por el general chino Sun Tsu, con impredecibles aplicaciones en las encrucijadas y decisiones de personajes ficticios (o en nuestra vida personal), 4) el mundo onírico y sus potenciales creativos. Este año el tema del «laboratorio de percepción literaria» buscará generar algunos cruces o investigaciones a partir de la explosión de la IA y el chatGPT en nuestro horizonte cotidiano. 

Zaguán

El zaguán de la casa amarilla

Me manejo con propuestas que se alejan bastante de lo «técnico», del desglose formal, del decirle a la gente «cómo hay que escribir para escribir bien»: el acento está puesto en el descubrimiento y encuentro paulatino con la voz auténtica de cada uno, su «estilo personal», a partir de orientación práctica que se da sobre los textos que se escriben (y sus bloqueos, dificultades, reiteraciones, tendencias) en tanto datos del proceso interno mismo que voy descubriendo en el trabajo de cada uno. Mi trabajo también se enfoca en desarmar prejuicios y lugares comunes, apuntando a otra profundidad que la que permiten las fórmulas, el efectismo o las modas literarias, y para eso hay que trabajar sobre el escritor mismo, afinando su percepción, abriendo su mundo, aportando dimensiones del inconsciente incluso. Por lo mismo, en general tampoco estudiamos autores o aplicamos técnicas narrativas, y el análisis de textos literarios es bastante excepcional en la dinámica: tratamos de equilibrar la predominancia del hemisferio izquierdo del cerebro y buscar más a tientas, sin tantas salvaguardas, desde la experiencia y lo intuitivo. Obviamente, hay orientación, objetivos y criterios subyacentes a los que yo, como facilitadora, me atengo, pero siempre pensando en una evolución a lo largo de cierto tiempo, en un proceso. De ahí que suelo seguir una modalidad más «permisiva» en cuanto al texto/producto durante los primeros tiempos de trabajo con los participantes, y recién cuando están más preparados y con cierta confianza en el grupo es que empiezo a enseñar algunos elementos de corrección, pero tampoco es el eje de mis talleres en general (salvo en ocasionales jornadas extra de edición y corrección, o el Espacio Araña/ supervisión quincenal de proyectos narrativos, que se convocan aparte cada tanto y no están abiertos a todo público). Interesa más encontrar los rastros del punto que se pierde en el tejido, guiar al que escribe para que realmente consiga poner en el papel lo que cree que está poniendo. Entre los participantes, se pueden encontrar escritores natos, talentosos, publicados y premiados incluso (a los que les puedo exigir otros estándares), como también gente que simplemente gusta de escribir y quiere explorar la narrativa con más orientación, o que pone más el énfasis en los descubrimientos de su mundo personal; eso no causa ninguna complicación, ya que trabajamos en red y no en competencia (de hecho, el grupo mismo como potenciador de los procesos individuales tiene un papel notable). Lo interesante es transitar por las propuestas creativas y que cada uno logre terminar el ciclo anual con una relación con la escritura más profunda, enriquecida y de pisada firme que como empezó.

jarritos

Mis grupos son pequeños porque el monitoreo de los procesos que se cursan es atento e individual; también son organismos vivos, sistemas, y por lo mismo (y aunque me implique perder un ingreso) no me interesa que la gente venga «a probar» sino que traiga al menos una intención de permanencia hasta poder ver el horizonte en vez de desertar al primer movimiento interno. En ese caso, habrán estado ocupando el lugar de otro posible participante e impidiendo que inicie su experiencia con el resto del grupo (que además, como es natural, sufre con las pérdidas de un compañero). Hay que poder tolerar un poco la frustración y «animarse a animarse»; entablar con uno mismo el compromiso -a pesar de las posibles molestias iniciales- de sostener un proceso durante cierto tiempo razonable para conocerlo mejor, o de darle la oportunidad a un aprendizaje. Algo muy importante en un mundo tan volátil, donde nos cuesta mantener la dirección al ser constantemente distraídos y tentados por infinidad de estímulos. Desde hace seis años, para poder formar parte de mis grupos es condición tener la capacidad de olvidarse del celular o smartphone durante dos horas semanales (o, en caso de que deban estar pendientes por alguna circunstancia familiar o personal, tenerlo en vibrador y en el bolsillo; nunca sobre la mesa, sino fuera del alcance de la vista, propia y ajena: se habla por teléfono o se leen/envían mensajes en el zaguán solamente, como si en en nuestro salón hubiera una jaula de Faraday, y esto vale también para los “recreos” o antes de empezar). Esta propuesta de motivación literaria y exploración de sí tiene que ser un oasis, una isla temporal en la que nos conectamos con el aquí/ahora pleno y los mundos interiores -algo que cada vez se está volviendo más difícil porque estamos saturados de comunicación e información (y en los últimos años, de noticias sombrías que distorsionan nuestra experiencia de la realidad, limitándola)-, por lo que desconectarse ciertos lapsos se vuelve imperioso; abogo también por la «slow web» y que no quedemos esclavizados por la mensajería instantánea. Personalmente, me es muy importante preservar dicho espacio sagrado que se forma al estar realmente presentes para que puedan sacar el mayor provecho, y este año volveré a invitarlos a todos a dejar afuera el mundo por un rato, como una bicicleta con candado que a la salida seguirá allí, aguardando 🙂 El taller está dirigido a adultos de cualquier edad (tanto por menos como por más), en tanto se sientan cómodos integrados a esa riqueza e intercambio intergeneracional. Es una actividad que puede continuarse año a año, y de hecho los progresos son notorios entre los participantes que concurren habitualmente (además de que afianzan el ambiente y la identidad del grupo para quienes se acercan por primera vez). La zona es Cordón Sur/Parque Rodó; cada semana nos encontramos allí para trabajar en lo importante mientras compartimos el cafecito del taller en nuestros clásicos jarritos de barro mexicanos (¡un ritual que todavía no es posible disfrutar por internet con todos los sentidos!)sotanito 2014

marcianos2016

selfie pancho villa

en el taller

50 11

lunaticos 2015

letras virtuales header

escenario ldels

Letras del Sótano en El Tartamudo (2014)


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Sótano Sansueña (2015)


sotanopanchovilla

Sótano Pancho Villa (2016)


El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Lecturas de Estación (¡desde el 2021, leyendo en Tribu!) (*)


Podés escribirme a hola@onetto.net por consultas específicas, o si te hace falta una breve charla para sacarte las dudas por teléfono o por Zoom podes agendarte en mi TidyCal  (déjame dicho, cuando reserves día y hora, si te viene bien Zoom o preferís el teléfono). Hay también opciones individuales y grupales por internet para quienes lo prefieren o residen lejos de Montevideo, sea en el interior del país o en cualquier otra parte del mundo (¡todavía no llegamos fuera del área de influencia terrícola, pero hace muchos años que los nombres de los grupos del taller dan cuenta de cierto movimiento expansivo!👽🚀🛸🌜⭐)

Dicho en el 2022: "Me *comprometo* a mantener de ahora en más un espacio 
presencial para quienes así lo deseen, en tanto no haya legislación o
impedimentos formales explícitos al respecto". No hay como el frente a frente
en torno a la gran mesa, ver las caras desde todos los ángulos, el olor a café
e incienso, la música, las risas...¡Salud!

Inicio 2024:

letrasMiércoles 6 de marzo, 2024, de 19 a 21 h (“mercurianos”) 

Jueves 7 de marzo, 2024, de 19 a 21 h (“jupiterianos”)

(Los participantes de años pretéritos no se preocupen, se puede seguir siendo lunático o marciano a la vez que jupiteriano o hermético/mercuriano: ¡es como tener doble ciudadanía!)

Costo: $ 4.900 por mes | en agosto ajustamos mínimamente

Matrícula anual: $ 2.000 | Quienes completen el año y tengan decidido continuar el año que viene, pueden reservar con solo hacer el pago en diciembre del primer mes del 2024 (es decir, con matrícula exonerada).

Finaliza: 11 y 12 de diciembre (ese mes se cobra la mitad)


Reserva: Pago de primer mes y matrícula ($ 6.900 total)

Cupo limitado a 10 participantes por grupo | Inscripciones 2024 para nuevo ingreso
desde el 1 de febrero | Pre inscripción con el formulario 
al final de este artículo, reservas@onetto.net o whatsapp de los talleres 
(mensajes de texto o de voz): 091927226 | Sujeto a cupo disponible 
y a que no haya incompatibilidades posibles una vez conocida la lista
de nombres de los participantes ya inscritos.

lectura


Perfil general de la coordinadora del taller: AQUÍ

Trayectoria: AQUÍ

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Algo en prensa y radio sobre los talleres y Gabriela Onetto:



 

Para comunicarte conmigo: hola@onetto.net

o whatsapp de los talleres (mensaje de texto o de voz) 091927226

Si necesitas tener un Zoom o llamada telefónica en «ida y vuelta», aquí la previa coordinación


PREINSCRIPCIÓN 2024 AQUÍ CON EL FORMULARIO DE CONTACTO O POR MAIL A: reservas@onetto.net (sujeto a cupo disponible y/o a formación del grupo)

Este es un formulario de reserva provisoria o preinscripción, solo para quienes ya estén decididos a hacer el taller. Si todavía te quedan dudas o consultas, por favor no uses el formulario: contactame por mail en: hola@onetto.net o por el whatsapp de los talleres (mensaje de texto o de voz): 091927226, así las podemos conversar.

Por si acaso, se trata de talleres presenciales en Montevideo, Uruguay (Parque Rodó). Por propuestas virtuales –sean sincrónicas (Zoom), asincrónicas (el clásico correo electrónico, plataforma/foro, individuales) o híbridas 2.0 (pool de herramientas por internet)- contáctame por mail

…alimentar nuestra mirada literaria que es, finalmente,
el sello único de la existencia de cada uno: su huella digital.

taller de gabriela onetto

(*) Sobre Lecturas de Estación | A finales del 2021, inauguramos una colaboración entre La Comuna de los talleres y Tribu, un espacio cultural y bar en una bellísima casona montevideana. Desde la primavera del 2022 llevamos adelante el ciclo Lecturas de Estación, un encuentro abierto al público a cargo de lectores del taller activo e invitados «de la casa» que va recorriendo los distintos espacios de la casona de Tribu según cada estación y dejando una ofrenda simbólica  mientras suena Vivaldi 🙂 


Volvemos a embarcarnos en la travesía anual/ ¡Son bienvenidos también los nuevos tripulantes (con o sin experiencia previa)!

TALLER DE GABRIELA ONETTO | 2022 | MONTEVIDEO

jueves en funcionamiento | GRUPO COMPLETO

miércoles grupo en formación | inicia 10 de agosto | inscripciones abiertas

Me parece mentira estar escribiendo este post rumbo al inicio del taller anual presencial, el llamado «permanente» (ya que es un espacio de escritura creativa, de procesos de transformación, de encuentro consigo y con los otros, que no sigue un «programa» ni se dicta en forma de clases: trabajo con cada participante individualmente y con cada grupo atendiendo a sus intereses, de acuerdo a la constelación o sistema que lo forma y conforma, por tanto es posible unirse sobre la marcha porque esa marcha es un continuo que cada uno ajusta a su proceso individual). Demoré, porque quería saber si realmente habría en Montevideo autorización y ambiente como para lanzar esta propuesta: volver al full «face to face», a nuestro espacio de dos horas semanales en la sala del taller y su gran mesa de madera, criterio que por mi parte quiero sostener y que solo cambiaría por la virtualidad en caso a) de que se restringieran nuevamente las clases presenciales desde una postura oficial, b) si el grupo así lo decidiera frente a un empuje de casos, o c) yo misma me enfermara. Por eso, decidí hacer un solo grupo (*) en vez de los dos tradicionales con los que veníamos hace una vida («lunáticos» y «marcianos»), previendo que probablemente sean menos los interesados que se sientan cómodos conviviendo con esa nueva realidad de la pandemia-ahora-endémica, y cueste un tiempo más antes de que se recupere la naturalidad y las ganas de compartir espacios sin que el temor se haga presente en simultáneo.

Esa disposición de espíritu es importante para que hagamos del encuentro del taller también un refugio del mundo y sus constantes campañas negativas (en el sentido que cada quien lo viva). Dos horas semanales de reconexión con lo importante, lo interior, lo profundo, la gracia del darse cuenta, el gozo de ser y estar, de crear, de descubrir/se, de encontrar y desarrollar cada voz narrativa pero desde lo orgánico (no con análisis, fórmulas o recursos de otros autores); alimentar nuestra mirada literaria que es, finalmente, el sello único de la existencia de cada uno: su huella digital. Para quienes todavía no estén listos a compartir estos encuentros en persona, los desplazamientos que implicarían en transporte público, el frío invernal o cualquier otra condición de lo presencial que por ahora les sume tensión y miedo, tendré otras propuestas online grupales a las que pueden sumarse y que además suelen ser temáticas (como Seis meses con Mario Levrero (de junio a noviembre), Conectándome con mi historia personal en internet (junio y julio) o Mitología & Escritura | primer módulo (de septiembre a noviembre)). Ya tengo previsto cómo procederemos para que ningún tallerista deje de participar en caso de que tenga síntomas respiratorios o vaya a cuarentena indicada por el médico -¡pero solo en esos casos, bajo pacto de honor! :-)- y deba faltar al taller (no, no hacemos Zoom durante los encuentros: la experiencia de estos dos años me hizo descreer de las clases «híbridas», así que lo virtuales es virtual y lo presencial, presencial). Pero salvo por esos detalles y los cuidados que cada uno considere importantes para su salud, en la práctica estaremos retomando el taller como solía ser: con café, incienso, música, risas, escritura breve in situ cuando se puede. El espacio personal y ritual de cada semana, más la pertenencia a una comunidad de gente que escribe y que, cuanto más tiempo pasa, más va develando la belleza de su estatua -única, irrepetible- sacando lo que sobra y permitiéndole emerger, como dicen que hacía (y que decía él que hacía) Michelangelo con el mármol. Es posible que demoremos aún unos cuantos meses, en el mejor de los casos, antes de hacer experiencias compartidas usando el olfato y en el sótano, u otras extravagancias del taller que creo que tendrán que esperar un poco más 🙂

Plantear un solo grupo (*), además de reducir los cupos disponibles, tuvo la complicación adicional de que no se puede obligar a un lunático a ser marciano, ni viceversa (los nombres son por el día de la semana, pero además constituyen una identidad y pertenencia que se ha sostenido a lo largo de los años y generaciones del taller). Sería como obligar a un hincha de Peñarol a alentar a Nacional…o viceversa. Elegí mover las energías este año y fusionarlas simbólicamente en algo nuevo retornando al día clásico del taller de los inicios, en el 2005 y varios años más: el jueves. Eso obligó a nombrar la constelación -en aquel entonces no teníamos estos motes planetarios-, por tanto los talleristas del 2022 serán los jupiterianos o hijos de Zeus. Venimos de tanto garrote estos dos años que había que invocar al capo de los dioses para que nos ampare y nos permita la presencialidad plena, o al menos con el mínimo de disrupciones, internas y externas 🙂 Y si acaso se llenara el cupo máximo, que he fijado en 9 (para que los 10 que se tomaban como referencia en recomendaciones de reunión sean contándome a mí en vez de 11), siempre se podría recurrir a armar un segundo grupo también como el clásico segundo grupo de antaño: en miércoles. Lo que los convertiría en hijos de Mercurio, o herméticos, y ahora tenemos esa posibilidad en el panorama! (*).

Son muy bienvenidos quienes se animen a empezar este viaje único en su tipo, ya que de todos modos este es un «taller permanente», y no propiamente un curso.  ¿Que sí es para cualquiera, incluso sin que tenga mayor experiencia o formación previa? Sí, en tanto tenga las ganas y, al principio, la paciencia de permitir/se un encuentro progresivo con la escritura y, a partir de esta, con distintas dimensiones de la experiencia humana (en la que cada vez estamos teniendo más déficit de atención y conciencia, menor sentido del presente, sumidos como estamos en los borbollones prácticos, o en los digitales e hiperconectados 24/7+). Sepan que los acompañaré bien de cerca durante su adaptación a esta propuesta algo particular y que, ya sean lunáticos, marcianos, herméticos o jupiterianos, formarán parte de un grupo humano espléndido. Que este año, además, será nuevo para todos. 

taller salón

La gran mesa de madera, corazón de nuestro taller

La idea de este espacio es experimentar distintos estímulos para acercarse a la escritura (ya sea por primera vez o, para los que ya tienen experiencia en narrativa, salir del cómodo territorio de la escritura habitual) y generar una comunidad confiable con la cual compartir los textos creados durante el taller, recibir feedback, e intercambiar las dificultades y descubrimientos del proceso creativo. Son muchas las «capas de cebolla», individuales y grupales, que irán apareciendo durante el proceso. Tampoco es menor el objetivo de apoyar a los integrantes en la búsqueda de un espacio sagrado semanal (en conjunto, durante nuestros encuentros en el taller, y luego en solitario, cuando trabajan en casa a partir de la consigna de escritura): se trata de lograr una continuidad para que puedan comprometerse más en su práctica literaria.

Coordino talleres hace más de 20 años y me gusta que sean para todo público, en tanto los candidatos deseen contar con una guía personalizada, recibir estímulos para canalizar su interés por la escritura y participar en un espacio colectivo de motivación mientras ahondan en el conocimiento de sí y en sus percepciones. Es decir, no es necesario tener formación específica alguna ni mayor experiencia con la escritura creativa (importante aclarar que se trata de un espacio dedicado a la narrativa, y que en principio no abarca poesía, dramaturgia u otros géneros, si bien cualquier actividad creativa, literaria o no, se verá beneficiada por los procesos del taller). De acuerdo a lo que el grupo priorice, trabajaremos con sueños, escrituras del yo, mitología y arquetipos; consignas de Mario Levrero (quien me entrenó directamente para orientar según su propuesta didáctica de motivación literaria, proyecto que llevamos adelante como socios en los talleres virtuales durante los últimos años de su vida); disparadores verbales y gráficos, visualizaciones guiadas (meditación), experiencias con los cinco sentidos; una suerte de «laboratorio de percepción literaria» mediante cine, textos y/o canciones según el año; conciencia presente o tiempo enlentecido a través de lo que llamo «Retro 2.0» (experiencias con cartas postales, letra manuscrita, dibujos, diarios personales y otras modalidades de la era predigital que estamos olvidando), más otras paletas de colores que se van elaborando o priorizando durante el taller según las inquietudes que se manifiesten dentro de cada grupo. Las consignas de escritura se realizan tanto en casa durante la semana como en el propio horario del taller, estas últimas con ejercicios más sencillos que, bajo la presión de un plazo breve, implican dejar de lado el perfeccionismo y lanzarse a escribir desde otro lugar. En años pasados tuvimos como cruce de artes y excusa creativa: 1) algunos papeles, películas y anécdotas del brillante cineasta Werner Herzog, interactuando desde la escritura con su obra, sus extraños universos y sus recursos expresivos, 2) un acercamiento a la mirada poética desde diferentes versiones interpretativas de dos tangos seleccionados («Garúa» y «Tormenta») y las percepciones complementarias que puede arrojar la misma letra de canción de Mr. Bob Dylan, según donde se poca el foco, 3) algo de El arte de la guerra, texto clásico de la estrategia militar escrito por el general chino Sun Tsu, con impredecibles aplicaciones en las encrucijadas y decisiones de personajes ficticios (o en nuestra vida personal). Este año el tema del «laboratorio de percepción literaria» vendrá de la mano del mundo onírico y sus potenciales creativos. 

Zaguán

El zaguán de la casa amarilla

Me manejo con propuestas que se alejan bastante de lo «técnico», del desglose formal, del decirle a la gente «cómo hay que escribir para escribir bien»: el acento está puesto en el descubrimiento y encuentro paulatino con la voz auténtica de cada uno, su «estilo personal», a partir de orientación práctica que se da sobre los textos mismos que se escriben (y sus bloqueos, dificultades, reiteraciones, tendencias) en tanto datos del proceso interno mismo que voy descubriendo en el trabajo de cada uno. Mi trabajo también se enfoca en desarmar prejuicios y lugares comunes, apuntando a otra profundidad que la que permiten las fórmulas, el efectismo o las modas literarias, y para eso hay que trabajar sobre el escritor mismo, afinando su percepción, abriendo su mundo, aportando dimensiones del inconsciente incluso. Por lo mismo, tampoco estudiamos autores o aplicamos técnicas narrativas, y el análisis de textos literarios es bastante excepcional en la dinámica: tratamos de equilibrar la predominancia del hemisferio izquierdo del cerebro y buscar más a tientas, sin tantas salvaguardas, desde la experiencia y lo intuitivo. Obviamente, hay orientación, objetivos y criterios subyacentes a los que yo, como coordinadora, me atengo, pero siempre pensando en una evolución a lo largo de cierto tiempo, en un proceso. De ahí que suelo seguir una modalidad más «permisiva» en cuanto al texto/producto durante los primeros tiempos de trabajo con los participantes, y recién cuando están más preparados y con cierta confianza en el grupo es que empiezo a enseñar algunos elementos de corrección, pero tampoco es el eje de mis talleres en general (salvo en ocasionales jornadas extra de edición y corrección, o el Espacio Araña/ supervisión quincenal de proyectos narrativos, que se convocan aparte y no están abiertos a todo público). Interesa más encontrar los rastros del punto que se pierde en el tejido, guiar al que escribe para que realmente consiga poner en el papel lo que cree que está poniendo. Entre los participantes, se pueden encontrar escritores natos, talentosos, publicados y premiados incluso (a los que les puedo exigir otros estándares), como también gente que simplemente gusta de escribir y quiere explorar la narrativa con más orientación, o que pone más el énfasis en los descubrimientos de su mundo personal; eso no causa ninguna complicación, ya que trabajamos en red y no en competencia. Lo interesante es transitar por las propuestas creativas y que cada uno logre terminar el ciclo anual con una relación con la escritura más profunda, enriquecida y de pisada firme que como empezó.

jarritos

Mis grupos son pequeños porque el monitoreo de los procesos que se cursan es atento e individual; también son organismos vivos, sistemas, y por lo mismo (y aunque me implique perder un ingreso) no me interesa que la gente venga «a probar» sino que traiga al menos una intención de permanencia hasta poder ver el horizonte en vez de desertar al primer movimiento interno. En ese caso, habrán estado ocupando el lugar de otro posible participante e impidiendo que inicie su experiencia con el resto del grupo (que además, como es natural, sufre las pérdidas). Hay que poder tolerar un poco la frustración y «animarse a animarse»; entablar con uno mismo el compromiso -a pesar de las posibles molestias iniciales- de sostener un proceso durante cierto tiempo razonable para conocerlo mejor, o de darle la oportunidad a un aprendizaje. Algo muy importante en un mundo tan volátil, donde nos cuesta mantener la dirección al ser constantemente distraídos y tentados por infinidad de estímulos. Desde hace cuatro años, para poder formar parte de mis grupos es condición tener la capacidad de olvidarse del celular o smartphone durante dos horas semanales (o, en caso de que deban estar pendientes por alguna circunstancia familiar o personal, tenerlo en vibrador y en el bolsillo; nunca sobre la mesa, sino fuera del alcance de la vista, propia y ajena: se habla por teléfono o se leen/envían mensajes en el zaguán solamente, como si en en nuestro salón hubiera una caja de Faraday, y esto vale también para los “recreos” o antes de empezar). Esta propuesta de motivación literaria y exploración de sí tiene que ser un oasis, una isla temporal en la que nos conectamos con el aquí/ahora pleno y los mundos interiores -algo que cada vez se está volviendo más difícil porque estamos saturados de comunicación e información (y en los últimos años, de noticias sombrías que distorsionan nuestra experiencia de la realidad, limitándola)-, por lo que desconectarse ciertos lapsos se vuelve imperioso. Personalmente, me es muy importante preservar dicho espacio sagrado que se forma al estar realmente presentes para que puedan sacar el mayor provecho, y este año invitaré a todos a dejar afuera el mundo por un rato, como una bicicleta con candado que a la salida seguirá allí, aguardando 🙂 El taller está dirigido a adultos de cualquier edad (tanto por menos como por más), en tanto se sientan cómodos integrados a esa riqueza e intercambio intergeneracional. Es una actividad que puede continuarse año a año, y de hecho los progresos son notorios entre los participantes que concurren habitualmente (además de que afianzan el ambiente y la identidad del grupo para quienes se acercan por primera vez). La zona es Cordón Sur/Parque Rodó; cada semana nos encontramos allí para trabajar en lo importante mientras compartimos el cafecito del taller en nuestros clásicos jarritos de barro mexicanos (¡un ritual que todavía no es posible disfrutar por internet con todos los sentidos!)

Para interactuar durante el viaje anual de motivación literaria, tenemos mi plataforma de los talleres, La Comuna, donde recibimos a todo el que quiera participar de las actividades allí propuestas o proponer nuevas, sea que esté cursando actualmente un taller (para lo que tenemos salas privadas), lo haya hecho en el pasado (y sea un «ciudadano de la casa amarilla») o simplemente se sienta atraído por nuestras propuestas y maravillosa comunidad. Bienvenido el que se quiera registrar, curiosear cómo se usa y empezar a formar parte!sotanito 2014

marcianos2016

selfie pancho villa

50 11

lunaticos 2015

escenario ldels

Letras del Sótano en El Tartamudo (2014)


sotano sansueña

Sótano Sansueña (2015)


sotanopanchovilla

Sótano Pancho Villa (2016)


Podés escribirme a hola@onetto.net por consultas específicas, o si prefirieras una breve charla para sacarte las dudas por teléfono o por Zoom podes agendarte en mi TidyCal  (déjame dicho, cuando reserves día y hora, si te viene bien Zoom o preferís el teléfono: nos contactamos antes para coordinar detalles). Hay también opciones individuales y grupales por internet para quienes lo prefieren o residen lejos de Montevideo, sea en el interior del país o en otra parte del mundo (¡todavía no llegamos fuera del área de influencia terrícola, pero hace muchos años que los nombres de los grupos del taller dan cuenta de cierto movimiento expansivo!)

(*) De acuerdo al decreto 106/022, ha cesado la declaración de emergencia 
sanitaria en Uruguay y he restaurado el cupo disponible para cada
grupo a los 10 participantes de siempre. También abriremos un segundo grupo,
y me comprometo a mantener de ahora en más un espacio presencial para quienes
así lo deseen en tanto no haya legislación o impedimentos formales explícitos
al respecto. Interesados contactarme o utilizar el formulario de abajo,
una vez leída y evaluada la información completa.¡Saludos!

Inicio 2022:

letrasJueves 10 de marzo, 2022, de 19 a 21 h (“jupiterianos”) | COMPLETO

grupo en formación para los miércoles, mismo horario (¿mercurianos? ¿herméticos?) | INICIO 10 DE AGOSTO, 2022

(Los participantes de años pretéritos no se preocupen, se puede seguir siendo lunático o marciano a la vez que jupiteriano o hermético: ¡es como tener doble ciudadanía!)

Costo: $ 4.100 por mes | en agosto ajustamos a $ 4.300

Matrícula anual: $ 1.500 (por esta vez, al ser «mini taller», el grupo del miércoles no llevará matrícula. Se reserva con pago de agosto, primer mes)

Finaliza: 7 y 8 de diciembre (ese mes se cobra la mitad)


Sobre la coordinadora del taller: Gabriela Onetto

luz vacilante de la vela

Reserva: Pago de primer mes y matrícula ($ 5.600 total) | Grupo miércoles: $ 4.300 (agosto)

Cupo limitado a 10 participantes por grupo | Inscripciones 2022 
desde el 15 de febrero | Pre inscripción con el formulario 
al final de este artículo, reservas@onetto.net o whatsapp de los talleres 
(mensajes de texto o de voz): 091927053 | Sujeto a cupo disponible 
y a que no haya incompatibilidades posibles 
una vez conocida la plantilla de nombres de los participantes 
ya inscritos.

lectura


PRENSA Y RADIO SOBRE LOS TALLERES Y GABRIELA ONETTO:



Para comunicarte conmigo: hola@onetto.net

o whatsapp de los talleres (mensaje de texto o de voz) 091927053

Si necesitas tener un Zoom o llamada telefónica en «ida y vuelta», previa coordinación


PREINSCRIPCIÓN AQUÍ CON EL FORMULARIO DE CONTACTO O POR MAIL A: reservas@onetto.net (sujeto a cupo disponible y/o a formación del grupo)

Este es un formulario de reserva provisoria o preinscripción, solo para quienes ya estén decididos a hacer el taller. Si todavía te quedan dudas o consultas, por favor no uses el formulario: contactame por mail en: hola@onetto.net o por el whatsapp de los talleres (mensaje de texto o de voz): 091927053, así las podemos conversar.

Por las dudas, se trata de talleres presenciales en Montevideo, Uruguay (Parque Rodó). Por propuestas virtuales –sean sincrónicas (Zoom), asincrónicas (el clásico correo electrónico, la plataforma/foro La Comuna) o híbridas 2.0 (pool de herramientas por internet)- contáctame por mail. 

…alimentar nuestra mirada literaria que es, finalmente, el sello único de la existencia de cada uno: su huella digital.

taller de gabriela onetto
¿Te interesa formar parte de este taller 2022?(obligatorio)

Solo para quienes no respondieron "No" 😁… ¿en qué grupo/s? (obligatorio)

 


Volvemos a embarcarnos en la travesía anual/ ¡Son bienvenidos también los nuevos tripulantes!

 

TALLER DE GABRIELA ONETTO |  2018 | MONTEVIDEO

 

Luego de los talleres de autobiografía y la pausa de Semana Santa, estaremos retomando el espacio semanal de motivación literaria y exploración personal que coordino hace trece años en Montevideo, desde mi segundo retorno al país. Estoy ansiosa por saber cuáles son los queridos integrantes del taller que han decidido continuar o retomar su proceso este año, así como conocer a los nuevos participantes que se animen a empezar (sepan que los acompañaré bien de cerca durante su adaptación a esta propuesta bastante particular y que, lunáticos o marcianos, formarán parte de un grupo humano espléndido).

taller salón

La gran mesa de madera, corazón de nuestro taller

La idea de este espacio es experimentar distintos estímulos para acercarse a la escritura (ya sea por primera vez o, para quienes tienen experiencia en narrativa, saliendo del cómodo territorio de la escritura habitual) y crear una comunidad confiable con la cual compartir los textos creados durante el taller, recibir feedback, e intercambiar las dificultades y descubrimientos del proceso creativo. Son muchas las «capas de cebolla», individuales y grupales, que irán apareciendo durante el proceso. Tampoco es menor el objetivo de apoyar a los integrantes en la búsqueda de un espacio sagrado semanal (en conjunto, durante nuestros encuentros en el taller, y luego en solitario, cuando trabajan en casa a partir de la consigna de escritura): se trata de generar una continuidad para que puedan comprometerse más en su práctica literaria.

Coordino talleres hace 17 o 18 años y me gusta que sean para todo público, en tanto los candidatos tengan ganas de experimentar, conocerse más y busquen contar con una guía personalizada, recibir estímulos para canalizar su interés por la escritura y participar en un espacio colectivo de motivación. Es decir, no es necesario tener formación específica alguna ni mayor experiencia con la escritura creativa (importante aclarar que se trata de un espacio dedicado a la narrativa, y que en principio no abarca poesía, dramaturgia u otros géneros, si bien cualquier actividad creativa, literaria o no, se verá beneficiada por los procesos del taller). Trabajaremos con sueños, escrituras del yo, mitología y arquetipos; consignas de Mario Levrero (quien me entrenó directamente para orientar según su propuesta didáctica de motivación literaria, proyecto que llevamos adelante como socios en los talleres virtuales durante los últimos años de su vida); disparadores verbales y gráficos, visualizaciones guiadas (meditación), experiencias con los cinco sentidos; una suerte de «laboratorio de percepción literaria» mediante cine, textos y/o canciones; conciencia presente o tiempo enlentecido a través de lo que llamo «Retro 2.0» (experiencias con cartas postales, letra manuscrita, dibujos, diarios personales y otras modalidades de la era predigital que estamos olvidando), más otras paletas de colores que se van elaborando o priorizando durante el taller según las inquietudes que se manifiesten dentro de cada grupo. Las consignas de escritura se realizan tanto en casa durante la semana como en el propio horario del taller, con ejercicios más sencillos que, bajo la presión de un plazo breve, implican dejar de lado el perfeccionismo y lanzarse a escribir desde otro lugar. Este año además tendremos como hilo conductor y excusa creativa una propuesta mensual de escritura relacionada con el brillante cineasta Werner Herzog, su obra, sus extraños universos y sus recursos expresivos: será nuestro invitado de honor.

Zaguán

El zaguán de la casa amarilla

Me manejo con propuestas que se alejan bastante de lo «técnico», del desglose formal, del decirle a la gente «cómo hay que escribir para escribir bien»: el acento está puesto en el descubrimiento y encuentro paulatino con la voz auténtica de cada uno, su «estilo personal», a partir de orientación práctica que se da sobre los textos mismos (y sus bloqueos, dificultades, reiteraciones, tendencias) en tanto datos del proceso interno mismo. También se intentará desarmar prejuicios y lugares comunes, apuntando a otra profundidad que la que permiten las fórmulas, el efectismo o las modas literarias, y para eso hay que trabajar sobre el escritor mismo, afinando su percepción, abriendo su mundo, aportando dimensiones del inconsciente incluso. Por eso mismo, tampoco estudiamos autores o aplicamos técnicas narrativas, y el análisis de textos literarios es bastante excepcional en la dinámica: tratamos de equilibrar la predominancia del hemisferio izquierdo del cerebro y buscar más a tientas, sin tantas salvaguardas, desde la experiencia y lo intuitivo. Obviamente, hay orientación, objetivos y criterios subyacentes a los que yo, como coordinadora, me atengo, pero siempre pensando en una evolución a lo largo de cierto tiempo, en un proceso. Por eso, suelo seguir una modalidad más «permisiva» en cuanto al texto/producto durante los primeros tiempos de trabajo con los participantes, y recién cuando están más preparados y con cierta confianza en el grupo es que empiezo a aplicar algunos elementos de corrección, pero tampoco es el eje de mis talleres en general (salvo en jornadas extra de edición y corrección, que se convocan como un espacio aparte). Interesa más encontrar los rastros del punto que se perdió en el tejido, guiar al que escribe para que realmente consiga poner en el papel lo que cree que está poniendo. Entre los participantes, pueden encontrarse escritores natos, talentosos, publicados y premiados incluso (a los que les puedo exigir otros estándares), como también personas que simplemente gustan de escribir y quieren explorar la narrativa con más orientación o que ponen más el énfasis en los descubrimientos de su mundo personal; eso no causa ninguna complicación, ya que trabajamos en red y no en competencia. Lo interesante es transitar por las propuestas creativas y que cada uno termine más enriquecido que como empezó.

jarritos

Mis grupos son pequeños porque el monitoreo de los procesos que se cursan es atento e individual; también son organismos vivos, sistemas, y por lo mismo (y aunque me implique perder un ingreso) no me interesa que la gente venga «a probar» sino que traiga al menos una intención de permanencia hasta poder ver el horizonte en vez de desertar al primer movimiento interno. En ese caso, habrán estado ocupando el lugar de otro posible participante e impidiendo que inicie su experiencia con el resto del grupo (que además, como es natural, sufre las pérdidas). Hay que poder tolerar un poco la frustración y «animarse a animarse»; entablar con uno mismo el compromiso -a pesar de las posibles molestias iniciales- de sostener un proceso durante cierto tiempo razonable para conocerlo mejor, o de darle la oportunidad a un aprendizaje. Algo muy importante en un mundo tan volátil, donde nos cuesta mantener la dirección al ser constantemente distraídos y tentados por infinidad de estímulos. Desde el año pasado, para formar parte de mis grupos es condición tener la capacidad de olvidarse del celular o smartphone durante dos horas semanales (o, en caso de que deban estar pendientes por alguna circunstancia familiar o personal, tenerlo en vibrador y en el bolsillo; no sobre la mesa, sino fuera del alcance de la vista, propia y ajena: se habla por teléfono o se leen/envían mensajes en el zaguán solamente). Esta propuesta de motivación literaria y exploración de sí tiene que ser un oasis, una isla temporal en la que nos conectamos con el aquí/ahora pleno y los mundos interiores -algo que cada vez se está volviendo más difícil porque estamos saturados de comunicación e información-,  y me es muy importante preservar dicho espacio sagrado que se forma al estar realmente presentes para que puedan aprovecharla. El taller está dirigido a adultos de cualquier edad (tanto por menos como por más), en tanto se sientan cómodos integrados a esa riqueza e intercambio intergeneracional. Es una actividad que puede continuarse año a año, y de hecho los progresos son notorios entre los participantes que concurren habitualmente (además de que afianzan el ambiente y la identidad del grupo para quienes se acercan por primera vez). La zona es cercana al Parque Rodó; cada semana nos encontramos allí para trabajar en lo importante mientras compartimos el cafecito del taller en nuestros clásicos jarritos de barro mexicanos (¡un ritual que todavía no es posible disfrutar por internet!)

sotanito 2014

marcianos2016selfie pancho villa50 11lunaticos 2015

escenario ldels

Letras del Sótano en El Tartamudo (2014)

sotano sansueña

Sótano Sansueña (2015)

Puede leerse más sobre la propuesta en: hilodeariadna.onetto.net, donde encontrarán el enfoque general sobre mis talleres virtuales y presenciales, y también un apartado específico sobre motivación literaria, que es el taller de todo el año en Montevideo (no se ve desde celular o tablet: solo computadora por ahora), o escribir a informes@onetto.net si hay consultas específicas. Hay también opciones individuales por internet para quienes residen lejos de Montevideo, sea en el interior del país o en otra parte del mundo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

sotanopanchovilla

Sótano Pancho Villa (2016)

luz vacilante de la velaSobre la coordinadora del taller: Gabriela Onetto

 

 


PRENSA Y RADIO SOBRE LOS TALLERES Y GABRIELA ONETTO:


 


Para comunicarte: informes@onetto.net

o whatsapp de los talleres (mensaje de texto) 091927053